Miguel Lavín: Filosofía, fierros y supervisión en el set

Publicado en Los de VFX

En este episodio de Los de VFX, conocemos la historia única de Miguel Lavín, supervisor de VFX, filósofo de formación, mecánico de oficio y artista por pasión. Su trayectoria rompe moldes y redefine lo que significa ser un profesional en el mundo del cine y los efectos visuales. Desde talleres mecánicos en Ensenada hasta rodajes con Iñárritu, Mike nos lleva por una vida de giros inesperados, ética de trabajo, desvelos y aprendizaje constante.

De la filosofía al set

Miguel estudió filosofía, fue académico y luego mecánico. Su entrada al mundo audiovisual fue casi accidental, pero desde el inicio supo que la imagen en movimiento era una nueva forma de pensar y sentir.

“Siempre he estado entre lo teórico y lo manual. En VFX encontré ese equilibrio.”

Sísmica Studio: el inicio en Ensenada, B.C.

Fundó Sísmica Studio con amigos, entre laptops viejas y software “de estudiantes”. Comenzaron ayudando en un cortometraje sci-fi que terminó en el Festival de Cannes. Ese primer éxito los impulsó a migrar a la CDMX, donde se enfrentaron a proyectos de alta presión y entregas semanales para televisión.

“Nos aventamos un episodio por semana para ESPN. Sin experiencia, con presión... y resolviendo sobre la marcha.”

De la compu al campo de batalla

La carrera de Miguel dio un giro cuando comenzó a supervisar VFX en set. A veces como solución de emergencia, otras como líder planeado, aprendió que el supervisor no solo es técnico: es terapeuta, mediador y narrador.

“No estamos curando el cáncer. Pero sí estamos evitando que alguien se caiga de un andamio sin arnés.”

Supervisión = presencia + criterio

Miguel Lavín define su rol como un punto de equilibrio entre lo que el proyecto necesita y lo que el equipo puede dar. A veces eso implica improvisar, otras veces ceder, pero siempre con ética y visión global.

“Es mejor hacer un roto espantoso que arriesgar la vida de alguien por un plano que puede cambiar en edición.”

Aprender de todos: del DP al staff de limpieza

Para Miguel, la mejor herramienta es la humildad. Ha aprendido de directores de fotografía de renombre… y también de la señora de limpieza que organizó el rodaje según su lógica implacable.

“Un set es como un ejército de hippies. Todos tienen algo que enseñar si sabes observar.”

Del norte a Bardo

Uno de sus retos más intensos fue durante el rodaje de Bardo, de Iñárritu. Supervisó escenas clave donde tuvo que replantear toda una previs por un error de rotación en la geometría del Zócalo de la CDMX. Lo resolvió en horas. Con laptop en mano, recalculó y rediseñó bajo la presión de un one-take con luz natural.

“Sudas frío. Pero si logras resolver, ahí está el verdadero trabajo del supervisor.”

Ética, liderazgo y saber cuándo basta

Miguel reflexiona sobre su rol como socio de estudio, como creativo y como humano. Rechaza el modelo del patrón explotador y busca generar una cultura de respeto, aprendizaje y bienestar.

“Dentro del capitalismo brutal, aún puedes elegir no ser un hijo de la chingada.”

Saber cuándo decir “ya fue suficiente”

Hoy, después de años de trabajar con pasión y exceso, Miguel apuesta por el balance. Reconoce la importancia de los proyectos… pero también de dormir bien, tener tiempo, y disfrutar del camino.

“Este trabajo me gusta tanto que casi lo haría gratis. Pero hay que saber cuándo parar.”

Escúchalo completo

La historia de Miguel Lavín es una mezcla de talento técnico, pensamiento filosófico y resistencia emocional. Un viaje por el caos del set, las decisiones difíciles y el arte de resolver problemas sin perder la humanidad.

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